Mariela es una sobreviviente de cáncer, que ha estado casada durante dos años con su abusador, quien parece ser un miembro activo de una iglesia cristiana, pero con antecedentes penales de drogas, robo y violencia doméstica. Cuando Mariela se casó, no sabía que su esposo padecía bipolaridad, que estaba tomando medicamentos y que era drogadicto.
Dos días después de casarse, Mariela comenzó a sufrir abusos psicológicos, verbales y económicos. Su esposo era controlador y extremadamente celoso. Continuó con ese comportamiento durante todo el tiempo que vivieron juntos. Ella dijo que siempre lo perdonó porque estaba enamorada de él.
Durante el último episodio de violencia física, Mariela llamó a la policía, que la escoltó fuera de su casa. Mariela se acercó a CasaLuz en busca de ayuda, donde dice que se sintió apoyada y comprendida. El defensor de CasaLuz trabajó con ella en un plan de seguridad y la ayudó a obtener una orden de protección. Fue remitida a asistencia legal civil y de inmigración sin costo para su caso de divorcio, y para obtener un ajuste de estatus debido a que su esposo era ciudadano de los Estados Unidos y nunca solicitó un ajuste de estatus en su nombre, en cambio, usó su falta de estatus legal como arma para evitar que ella pidiera ayuda, y la amenazó con llamar a ICE para deportarla a su país de origen.
Mariela está asistiendo a sesiones de consejería individual y a un grupo de apoyo en la oficina de CasaLuz porque se siente confundida y deprimida. Ella dice que ahora se siente mejor gracias al apoyo de CasaLuz y que buscar ayuda en CasaLuz fue la mejor decisión de su vida.
Los nombres se han cambiado para proteger la identidad.
